viernes, 28 de agosto de 2015

PENSAMIENTOS CRUZADOS



PENSAMIENTOS CRUZADOS

Quisiera hacer cantar al sol
cubrirme de piedras preciosas
esconderme en un buque de arena
dormir hasta que nazcan las rosas
Desembarcar en el fondo de una nube
pasear por los agujeros de las sombras
mientras la lluvia chaparronea
y pule los estomas
Que en vez de labios tenga pico
en vez de piel, escamas rosas
en vez de manos, plumas
y disfrutar  en una llosa

Porque
Cuando las mentiras son verdades
y las verdades, mentiras,
giran en cuadrados no perfectos
en misteriosas figuras amanecidas
no tienen crédito, ni verdades ni mentiras
Cuando lo que das no alcanza
y lo que recibes no es nada
Cuando la lluvia no es agua
y el amor se vuelve acuoso
Cuando la sonrisa es una mueca
y la felicidad se vuelve piedra
Cuando todo llega a destiempo
todo oscurece y desaparece
Detrás de las paredes de hojas
hasta la luz del sol fenece
Entonces está ella
comodín válido para la inversa.

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SILENCIOS





SILENCIOS
Hay silencios que hieren
Los que matan ilusiones
Los que encierran misterios
Y los que se ensamblan en
distintas posiciones
También los que se fugan
y rompen corazones
Pero hay silencios preciosos
que hacen recapacitar
y se vuelven emociones.

sábado, 22 de agosto de 2015

CREPÚSCULO EN FLOR


CREPÚSCULO  EN  FLOR


Algo distinto, eso quería, y el crepúsculo se subió a una goleta. No le bastaron los mares, eligió las nubes y recorrió el mundo.  Vagó por los aires cálidos y fríos, divisó solfataras, prados y ríos, hasta que lo derrumbó el cansancio. Una nube acogedora que en silencio lo observaba le ofreció cobija y cariño y desde allí el crepúsculo meditó varios días. Hastiado y disconforme con su ociosidad, volvió a su mundo. Encontró una nube transparente y la eligió como posada, desde allí podría ver todo lo que lo rodeaba. No muy lejos y en descenso vio un gran árbol cubierto de flores rosa violáceo. Sus despertares eran alegres al verlo tan elegante y perfumado, tanto así que con su aroma atrajo a los pájaros, quienes se resistían a dejarlo. Sus nidos tenían su propio jardín, las flores del lapacho, esas que sin saberlo, embarcaban un destino. El crepúsculo, intuyendo lo que avenía, soltó su voz: -¡No se vayan, yo las quiero! La nube transparente despertó y al unísono lo acompañó:-¡Cuidado!-. El alerta llegó a destiempo. La ráfaga no se apiadó y llena de envidia por tanta belleza se hizo cargo de destruir aquel paisaje esplendoroso. El crepúsculo se durmió, triste y adolorido, impotente, exhausto por sus gritos. Pero los pétalos altruistas descansaron unidos en el suelo, se secaron las lágrimas  provocadas por  la lluvia y alfombraron el camino de la ciudad sin truenos. Atesoraron su sueño y su destino, el de brindar a los lugareños su belleza montesina. Cuando el crepúsculo despertó, sonrió contento al ver adornado y enaltecido su sueño. 

viernes, 21 de agosto de 2015

PALABRAS




PALABRAS

Porque día a día ellas queman más, como prisioneras en el fondo del mar, mar de lágrimas que nunca surgieron, porque el tiempo y la vida las petrificaron y se durmieron en su interior.  Con palabras sencillas y sin rodeos, como en un cuento, así, recién nacidas por dentro, quiere decir  lo que siente.
Le preguntó aquel día
-¿Puedo amarte?
– Sí -le respondió-. Ámame como quieras, cuanto quieras, cuando quieras y por donde quieras-  una sonrisa brotó de sus labios y  un beso selló los de ella, y la  enalteció.
Hace más de un año que de ella  se alejó la palabra “amor”. Se la llevó él cuando en una noche,  mayo se lo arrebató para  nunca más volver. Ya no quiere pronunciar  “te amo” plantada ante una fotografía inerte. Aunque la observe mil veces, el tiempo no retrocederá. Es inevitable la muerte, su ausencia es definitiva.
-Quiere amarte, pero no la dejas, ¿sabes? Porque cuando está lista para hacerlo, tú en silencio te alejas.
Quizá nadie se da cuenta que al amor para que florezca hay que fertilizarlo, para que emane todo su color, su brillo, su sabor y su candor.
¿Cómo se fertiliza el amor? Se preguntarán. Una palabra dulce a través de un mensaje, una poesía, un poema, o a través de un mail, del teléfono, o frente a frente. Y hay muchas más formas de decir “te quiero”, “te amo”. Y ahora, si estarías aquí te lo diría, porque así lo siento, y te lo digo.
A veces no somos capaces de demostrar, de decir lo que sentimos para no hacer el ridículo frente al otro, pero es un error, porque nadie puede adivinar lo que el otro u otra siente. 

miércoles, 19 de agosto de 2015

POETA

A ti, que eres poeta, que te explayas en tus versos. (Sin distinción de sexo)



¿Hacia quién diriges tus versos poeta? esos que engalanan el alma
¿Hacia dónde apunta tu vector? Quizás a la misma calma
la que se conecta a tu vuelo, para posarse en llama
mientras ve en destellos, que te alejas en silencios
esos que desatan prisa, para volver a casa
los que tiernos acarician,  y a la vez atrapan
¿Hacia dónde viajas rapsoda? En las noches arboladas
rociadas de encanto y cosechas de mil llantos
¿Adónde llevas tu alegría? En tus viajes de premura
cuando abrazas armonía de tu encanto y tu ternura
¿A quién visitas poeta? Con tus versos perfumados
con azahares ardientes, en besos apalabrados
navegando por los mares; besos que vuelan en nubes
hasta posarse en un lecho, de los que vierten miel
hasta albergarse en un pecho y aquietarse en un lecho
encallados en la piel, de alguna dama fiel
o de algún caballero inquieto.
¿Dónde estarán esos besos, que el deseo los reclama
los que enamoran y  aflaman en tiempos desordenados?
Ven poeta, clama al viento, que el reposo te hace falta
para gozar en ti mismo, de todo lo que te exalta
de caricias primorosas, de ermitaños apagados

exhalando lo aprisionado. Sé feliz.

domingo, 16 de agosto de 2015

SORTEANDO MURALLAS

Sorteando murallas
Ella quiso decirte amor, que quiso decirte Amor;  pero no, no se atrevió; es que hubo muchos murallones escondidos; y recordando dice:
En el laberinto de la vida
halló una senda en colina
Un entramado nevado
sedujo sus sentidos callados
Con diferente mirada
vio el brillo de sus hebras
Su sonrisa iluminada
al camino lo hizo rosa
El entusiasmo no tardó
y se sintió muy dichosa
Siguió su curso el andar
y pudo el cariño encontrar
Días ralos de la agenda
iban desapareciendo
Y  la ausencia se notó
con vientos que iban surgiendo
Cuando el agua desbordó
el camino se hizo opaco
Y por obras del destino
barreras aparecieron
El amor que iba en camino
se detuvo en una brisa
porque si se daba prisa
podría estampar su cara
contra una de esas murallas
del destino, desplegadas
Y como nada es eterno
sobrevino la alegría
sus corazones latieron
a la par y en armonía
Sin exacción ni molduras
en dispar algarabía
entrelazaron su dedos
se estrecharon en abrazos
Ella dibujó senderos
sobre su espalda muy tibia
humedecidos círculos
con sus labios entreabiertos
Él le regaló sonrisas
y con encuetados dedos
humedecidos círculos
Ella, encelada por dentro
Él silencioso y calmo
Y sin medición del tiempo
exhaustos en infinito

disfrutaron sin destiento.

domingo, 9 de agosto de 2015

DEBER + RECUERDO

DEBER + RECUERDO
A pesar de los factores climáticos adversos, decidí cambiar de opinión. Sé de obligaciones y derechos,  como ciudadana no podría dejar de cumplir con mi deber.
Me desperté de una siesta prolongada, propia de los domingos cuando quedo en casa, y vi que todavía había tiempo. Dispuse mis pertenencias, solo lo necesario, en una pequeña cartera, tomé mi paraguas  y salí a la calle. No era lejos, unas seis cuadras, siempre que sean recorridas correctamente. Sin prestar mucha atención y sorteando charcos y aceras inundadas, tomé una calle equivocada. Caminé unos minutos y tarde me di cuenta que me había alejado el doble. En mi barrio hay muchas diagonales y cortadas, por lo que en vez de llegar en diez minutos lo hice en veinte. En el lugar había una fila de unas quince personas. Yo rogaba que el trámite fuera ágil para poder ingresar y no quedar como infractora. A un minuto del cierre de la puerta principal de la oficina policial, por suerte un uniformado dio paso a todos los que estábamos en espera, que a esa hora, eran las dieciocho,  ya había aumentado a más del doble. El trámite duró otros diez minutos. Mi residencia actual dista a más de mil kilómetros de distancia del domicilio que figura en mi documento de identidad, no pude cumplir con el deber ciudadano de votar y esa situación debía informar ante las autoridades.
Logrado el cometido, guardé prolijamente el papel dentro de mi cartera, salí del lugar y caminé bajo la lluvia, chapoteando a cada paso. No tenía apuro por volver así que tomé el sentido contrario del que me había traído. Quería disfrutar del deber cumplido, y recordando que había dicho que no saldría de mi casa hoy, recorrí la misma vereda que aquel día me llevó a encontrarte por primera vez. Continué mi marcha hasta la esquina donde hemos disfrutado de tantos tragos de café blanco, transparentes, como tu mirada. Me detuve un segundo para ver si por casualidad te encontraba. Una que otra persona desconocida giró su cabeza observando mi presencia, y proseguí mi travesía. Me crucé a la vereda de enfrente y disfruté del aroma de los árboles del parque, mojados, contentos y erguidos como nunca. Hacía mucho que no llovía en la zona. Sus hojas disfrutaban del baño casi primaveral, y despedían sonrisas en su brillo.

Así, con las mangas de los jeans mojados hasta media pierna, las zapatillas blancas como canoa en naufragio y el paraguas hecho sopa,  volví a casa con mi pecho ensanchado por haber cumplido con mi deber, con el aroma de  tus besos mejilleros en aquella esquina y con el calor de tu mano estrechando las mías. 

De silencios

Sigilosamente
tu silencio y el mío
se invitaron a pasear
bajo la luna mojada
y la nube manantial
Caminaron muy callados
tomados de la mano
por senderos lejanos
de todo testigo, ajenos
Contemplaron el mar
se miraron a los ojos
no resistieron más
soltaron riendas a su antojo
Desapareció el silencio
la luna lo atestiguó
abundaron las palabras
como en dulce canción
Él se la comió a besos
y ella los devoró
en destellos de sus ojos
el amor se decoró
Y volviéndose en silencio
la vida toda cambió
se amaron eternamente

y al rumor se pretirió.

viernes, 7 de agosto de 2015

¿ADÓNDE HA IDO SU SUEÑO?

¿Adónde ha ido su sueño?
 
¿Quién se lo ha quitado?
¿Serán las luces del alba?
¿Será la mínima calma?...
¿Adónde se lo ha llevado?
 
Tímida, la brisa 
penetra en su ventana
filtran rayos de luz
a las cinco en madrugada
 
Se acurruca en su lecho
para descansar
fue una noche muy larga
lo buscó, pero no está
 
Lo siente su rey
lo mima  la luna
es su haz de luz 
en la penumbra
 
Con el canto,  la noche 
del ruiseñor,
con las nubes blancas
su sueño volador
 
Busca un gran abrazo
entre  la escarcha y el calor 


miércoles, 5 de agosto de 2015

QUÉ NOCHE!

QUÉ NOCHE

Se han instalado en mi alcoba
la serenidad del silencio
la amargura de tu ausencia
la crudeza de la lluvia
Y en vigilia la paciencia
quiere celebrar una fiesta
Invitará al rosedal
de tu inconfundible perfume
al positivismo de tu ciencia
a la suavidad de tus manos
y a la fortaleza de tus piernas
Para que en conjunto me regalen
besos interminables
sonrisas cálidas, tentadoras
miradas excitantes, insinuadoras
muchísimas caricias tiernas
acogedores, infinitos abrazos

¿Aceptas?

martes, 4 de agosto de 2015

EN EL VAIVÉN DE LA VIDA

EN EL VAIVÉN
Si pudiéramos 
superar el sube y baja de nuestras vidas
y acomodar nuestros deseos 
en la realidad de nuestros tiempos
el equilibrio entre lo tuyo y lo mío
estaría al alcance de la mano
y todo sería distinto. 

domingo, 2 de agosto de 2015

DE AUSENCIAS
Quise respirar otro aire                                                                                         
palpitar otro ritmo                                                                                                    
me hacías falta.                                                                                                     
Viajé a las Lomas                                                                                                       
y tardé más de la cuenta.                                                                                   
Estuve en París                                                                                                     
visité Roma,                                                                                                     
también Pekín.                                                                                                  
Aterricé en Dinamarca                                                                                         
luego en Yakarta                                                                                                     
me asomé por mil ventanas                                                                                     
de Berlín y de Atlanta                                                                                       
siempre buscándote                                                                                                   
y no te encontré.                                                                                                     
Fui a Recife y Abiyán                                                                                                 
a Brasilia y a Montreal                                                                                      
tampoco te encontré.                                                                                       
Pronuncié mil veces tu nombre                                                                            
pero todo fue en vano                                                                                         
nadie entendía mi idioma.                                                                                 
Calculé que estarías en Belgrano                                                                              
o en Ho Chi Minh                                                                                                     
en Chicago o en San Martín                                                                                    
tal vez en Milán o en Saavedra                                                                              
quizás en San Juan o en Atenas.                                                                              
Y a mi pesar y aunque hablé                                                                                        
la misma lengua                                                                                                    
nadie me entendió 
y no te hallé.