viernes, 30 de octubre de 2015

El envión de una burbuja

El envión de una burbuja

Mi paso por la luna me permitió verte mejor
pero sentí vértigo y regresé a la tierra.
Le robé algunos rayos al sol para regalártelos
con ellos podrías iluminar  tus días grises.
Te aferraste a la nada del amor
no divisaste la luna
no percibiste los rayos de sol.
La rutina ganó tus días
y desplegó un corral de nubes
todas de silencio y melancolía.
La fiesta se colmó de lágrimas
las sonrisas no fueron invitadas,
durmieron en los bolsillos.
Desapareció la música
las palabras se congelaron
las mesas de café ofrecieron agua salada
y los árboles no maduraron sus frutos
Escurridiza y asustada
sentí el envión de una burbuja azucarada
me sumergí en la pompa más confiable
y viajé de norte a sur, de oeste a este
simplemente

en búsqueda de mi propio yo. 

viernes, 23 de octubre de 2015

ECO DE AMOR

La noche me encontró muy cansada, pero aún así no podía conciliar el sueño. Quizás algún medicamento podría haberme ayudado, pero no, preferí recurrir a mis conocimientos, aquellos que alguna vez me los enseñara ningún médico, pero sí un mail recibido oportunamente. En aquella oportunidad lo tomé como algo irrelevante, aunque cada vez que me poseía el insomnio, volvía a leerlo y releerlo. Así un día, otro y otro, despacio comencé a dar valor a tal aprendizaje y anoche, nuevamente necesité traerlo a mi memoria, y no solo a mi memoria sino a todo mi cuerpo. La imagen que acompaña el texto, no es mera casualidad, pues allí me remonté. Me acomodé en una de las rocas al borde de la cascada. Debo reconocer que no estuve sola. Juntos, tomados de la mano, en silencio profundo, donde solo nuestra respiración se confundía con el ruido de la cascada, hacía eco en la profundidad de la noche, iluminada por la luna. No había lugar para palabras, ni gestos, nada, nada más el aire, la calma. Y así logré dormir hasta las seis de la mañana, unida a su tibia piel, a su mano, fortaleza infinita.

miércoles, 21 de octubre de 2015

ABRAZO

Caminaba girasol por los campos resecos, días enteros y en noches de luna llena, cuando escuchó a una rana y se le acercó. Siguió su camino lentamente, sus fuerzas flaqueaban. Quería saciar su sed y recuperar su vitalidad.
Caminó detrás del pequeño cuerpo verde que daba saltos y más saltos sin mirar atrás. Laguna y manantial, esperaban la llegada de sus sedientos visitantes.
Girasol inclinó  su cabeza, cerró sus ojos y medio adormecido, sorbo a sorbo humedeció pétalo por pétalo toda su cara marchita. Cuando reaccionó
vio una cara lozana en la laguna, muy parecida a la suya. Quiso sacarla del agua pero la respuesta fue un abrazo. Cuando girasol se ponía en pie, la otra  cara se alejaba, así una y otra vez, se acercaba, se fundían en abrazo,
se alejaba, se separaba
Y así en la vida, ella y él. Se acerca, lo abraza, se marcha y ella se aleja.
Es el efecto espejo.
¿Qué habrá sucedido con girasol?
Se quedó a vivir junto a la laguna para poder abrazar a su otra cara en noches de luna llena. La rana construyó su casita,  fueron vecinos y muy buenos amigos.


domingo, 4 de octubre de 2015

Fuego sobre hielo

Fuego sobre hielo

Tomé una barra de hielo para triturarla, pero en  jugosa liana, me abrazó adhiriéndose a mi piel.  No pude realizar mi cometido,  el frío me quemaba las manos. Odié ese momento mientras las bañaba bajo un diminuto hilo que chorreaba de una canilla que apenas había logrado abrir. El hielo seguía firme hasta arrancarme lágrimas. Pero, como ningún mal dura cien años, apareció él. Delicadamente tomó mis manos entre las suyas y una energía muy tibia lentamente se ramificó por los poros de mi piel, de mi carne, de mi todo,  y en continuo avance logró calmar mi congelamiento. El hipnotismo de su tierna y dulce  mirada se apoderó de mí. Cuando desperté sus fornidos brazos me envolvían en un logro de transformación de frío a cálido, muy cálido. Agradecida, lo abracé fuertemente, apoyé mis labios en los suyos y me estremecí. El sol se filtraba  por la ventana. Lamento que haya sido solo un hermoso sueño. 

viernes, 2 de octubre de 2015

Espectral

Espectral

Sus ojos mustios
se iluminaron un instante
el sonido no fue diferente
en un despertar temprano.
Apresuró su marcha
revisó su casilla
hacía días que estaba vacía
¿pero quién le escribiría?
tampoco hoy había misiva
Agachó  la cabeza
urgiendo templanza
y arrastrando pantuflas
volvió a su cama.
Llueve, murmuró por dentro,
un ratito más …
y se acurrucó  en ovillo fetal.
Su sueño se hizo lento...
lo estuvo soñando.
Ella quería abrazarlo
decirle ¡cuánto lo amaba!.
Él se perdía la dicha
de lo que ella confesaba.

¿Algún día lo sabrá? 

jueves, 1 de octubre de 2015

Brisa plateada

Brisa plateada

Si supiera cuánto
me quieres, si me quieres,
cuánto me extrañas,
si me extrañas,
 borraría silencios y sombras
combatiría contra nubes grises
y los fantasmas irónicos.
Puedes buscarme si quieres
entre pétalos coloridos
de una flor madura
o en el hilo profundo
de una bocanada de humo
Allí estaré
anhelando tus dulces besos

en madrugadora mañana. 

El día del eclipse

El día del eclipse

La magia de la noche
se volvió melancolía
y la luna humedeció
los umbrales de mis pupilas
Una brisa suave
las enjugó en el alba
y en corcheas de violetas
parpadeó una dulce
canción amanecida
con tus besos en misiva
Tus palabras, amor,
enaltecen mi alma.


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