sábado, 30 de abril de 2016

SIN NOMBRE

SIN NOMBRE

Te alfombran violetas
de flores que aguardas
de pálidas verdes
pintan la alborada.

Te adorna y encanta
pequeña Alegría
de rosa naranja
brinda su armonía.

Hojas lanceoladas
y redondas frutas
pende atizonada
de cabos erguidos.

¿Serás comestible?
tus pecas no hablan
luces aderezada
muy acicalada.

Los duendes te aman
perfumas su estancia
en verde y restaño

bella mojigata.

jueves, 28 de abril de 2016

NOCHE Y DÍA


NOCHE Y DÍA
En reflexiones, vuelos y sueños
invaden ondas horizontales al caer la noche.
Cunde la admiración cuando nace la libertad
la misma que derriba barreras y genera un encuentro
la que columbra un augusto y excitante navegar
por el interior de cálidos ríos entre el monte sereno
la admiración por  la cultura  que se manifiesta en cada gesto
respetuoso  y delicado del varonil visitante
esa que nace en la mirada y corre hasta las yemas
en halagos que seducen.
Los sentidos lo reclaman
al momento en que se aleja
cuando la constancia hacia  su trabajo
provoca  ausencias prolongadas
incertidumbres que son espectros
esos que alucinan y generan  tristeza o  locura
cuando  en el escenario no tiene lugar el amor

ingrediente que hace tan feliz al ser humano. 

viernes, 22 de abril de 2016

TEJER EN NATURAL

TEJER EN NATURAL
Aventura sus patas como escalando montañas
aumenta el entretejido con destino incierto.
El hilo tenue va dando forma a la inmensa figura geométrica.
El clima subtropical acompaña su acometido.
Abanica el cantar de pájaros que alegran al vecindario
mientras los reflejos del amanecer intensifican
el aroma de jazmines, que tiñen de blanco el bulevar del pueblo.
La fibra proteica hilada con empeño lleva incluido un parapente.
Atrapados en su vuelo los insectos truncan su destino y
las tejedoras sienten la vibración de la red 
cuando los paseantes caen en ella 
los atacan rápidamente y los devoran exitosas.

martes, 19 de abril de 2016

ACUERDO

Parecía existir un singular acuerdo entre la lluvia y el sol, acuerdo tácito al que nunca hicieron alusión, vaya uno a saber cuál era la decisiva finalidad. No era frecuente el encuentro. Por entre el acero de los nubarrones aparecía de vez en cuando un resplandor pálido de laxos brazos. A ras de tierra el mezquino correr del viento del que aprovechaban, pretenciosos por secarse,  los charcos rojizos. En las alturas los nubarrones crecían, se multiplicaban. 
Al fin la luna irrumpió impetuosamente. 
Él, que ansioso esperaba el cambio a buen tiempo, entornando sus ojos, apuntó una mirada lejana, bajo el sombreado de venturosos árboles que sacudían sus hojas, desparramando gotas que se prendían a su pelo, llenándose de una cercana dicha, regocijado por los frescos perfumes de un recuerdo reciente. Respiraba su presencia tan ligera como la suave brisa que indicaba un buen presagio.
Los nubarrones desaparecieron, el sol tímidamente se internó tras ellos y la luna llena reinó en la galaxia regalando sueños. 

jueves, 14 de abril de 2016

LUNA

LUNA

La luna se balancea
sobre nubes de algodón
con su vestido de seda
bordado en oro del sol
Nubes  blancas y celestes
y también de otro color
navegan muy despacito
atrayendo admiración
Se duerme la luna blanca
en cuna de tornasol
perfumada con narcisos
siempreviva y girasol
Despierta la luna llena
con el canto del gorrión
de zorzales y calandrias
se esconde tras el calor
En pareos satinados
ella envuelve su candor
de violetas matizados
y pétalos de vapor.

REGALO

REGALO
Regálame tu sonrisa
tus besos y tus caricias
no me regales silencios
dando  lugar a fantasmas
los que crueles bailotean
hasta dañar el alma.

sábado, 9 de abril de 2016

CAMUFLAJE


CAMUFLAJE

Con su camisa amarilla
el pantalón carmesí
los zapatos verde caqui
y las medias de puntilla
la nariz muy colorada
las orejas de algodón
tima el payaso sonriendo
al coqueto camaleón.
Se camufla embelesado
escuchando la canción
caminando las paredes
entre ramas y aparejos
hasta llegar a la cima
esquivando al gran artista
quien seguía con su vista
y  buscaba eliminarlo
pagado por la nodriza.
Le temía al reptil saurio
por desconocer su adicción
a los insectos molestos
que devora en su visita
con su lengua pegajosa
salvándola de malarias
que la vuelven muy hastiosa
Se disculpa el gran artista
ante asustada nodriza
justifica al camaleón
que se posa en su regazo
en ruego de ser su amigo
evitando así la muerte
La mujer aceptó el trato

el payaso le dio suerte

EN ARMONÍA

 EN  ARMONÍA

La abeja besa la rosa
o quizá la aguijonea
allí succiona su néctar
y  vuela muy satisfecha
de transportar en sus patas
el jugo hasta la colmena
En el panal la esperan
las obreras tan contentas
todas trabajan en grupo
cada cual a su manera
Producen la miel y cera
y  la valiosa jalea
¿Sabrán ellas y la reina
que la miel de su trabajo
es muy preciada por todos
y el mundo la saborea?

viernes, 8 de abril de 2016

ABSTRACCIONES

ABSTRACCIONES

Lunes lluvioso por aquí
El viaje ha sido planeado
partida, estadía
itinerarios y regreso
Todo iba sobre rieles
antes y durante el paseo
Pero al regresar
misteriosamente
la relación dio punto final
Es que hay viajes y viajes
medios o relámpagos
otros muy largos
también los hay galácticos
ociosos, interminables
pueden ser electrizantes
un tanto espeluznantes
y los inolvidables
que son energizantes
Pero los peores
o tal vez los mejores
son los viajes al infinito

porque son irretornables.

jueves, 7 de abril de 2016

SIMPLE GRIS

SIMPLE GRIS
Caminé sin cuidado,  observando cada rincón, cada planta, cada flor, sin darme cuenta que el piso por donde iba tenía un  desnivel, un viejo escalón que ya casi no existía. Trastabillé y si no fuera por el buen equilibrio que todavía me acompaña, hubiese enterrado mis narices en el simple gris de una enorme mata que cubría un viejo cantero. Sobrecogida permanecí inmóvil frente a esa imagen que parecía un sueño. Mi corazón latía conmovido como si el pasado hubiera retornado a mí en aquel instante. En un abrir y cerrar de ojos desfilaron imágenes inconclusas y descoloridas. El extendido gris se repetía, desde aquella primera vez que vi  esa planta rodear el sitio donde fuera su última morada, la de  uno de mis seres más queridos.

martes, 5 de abril de 2016

NATURALMENTE RIMA

NATURALMENTE RIMA
Detrás del amarillo
estabas tú
con tu temple perfecto
pronunciabas un estribillo
cálido y dulce
y al son de las cuerdas
acompañaba un asnillo
hacían de la siesta
un descanso diferente
Se corrió el forillo
y allí junto al cuquillo
rodeado de junquillos 
en miércoles corvillo
eras  un chiquillo.









lunes, 4 de abril de 2016

17 DE MAYO

                                                                                                     Un día como cualquiera, en vaivén de tristeza y rutina, sin rumbo fijo comencé a recorrer las páginas de internet; cualquiera era válida, hasta llegar a una en la que, por algo que no sé por qué,  me detuve. Muchas fotos, algunas nítidas y reales, otras mentirosas y robadas de actores, otras sexis y sugerentes, algunas ridículas y sin sentido, otras de animales o de flores. Cada cual representaba la identidad de alguien que estaba detrás de la pantalla. Tras el recorrido de mi mirada, y tal vez por intuición, el índice pulsó sobre una imagen de perfil  poco común. Un cuerpo emplumado, en el que no podía distinguir  si era hembra o macho y si lo que  reflejaba, era el momento preciso en que una cámara captó un acto previo a la reproducción o de qué otra cosa se trataba. Mi curiosidad fue en aumento, recorrí cada renglón del perfil que no decía demasiado pero lo suficiente como para creer que era una persona no del todo libre y que deseaba encontrar una salida hacia un hilo de  dulzura y libertad. Virtualmente nos saludamos y de a poco fueron sucediéndose palabras en telegramas tan breves que a veces me causaba enojo el por qué no eran más extensos. Desencuentros fatales  entremezclados con  mínimas coincidencias se presentaron en el camino desde aquel diecisiete de mayo. Podría catalogarse como la inexistente  película en blanco y negro titulada “Acepciones y eludidos”.                                                                                        Una noche ventosa, como en relámpago irisado, me invadió la duda. Pensaba en él (me gustaba pensar en él), si era un trivial internauta, un solitario aranero, o quizá miembro de alguna secta religiosa o de algún foro judicial. Quién sabe qué misterio se ocultaba en ese hombre que, vestido elegantemente, esperaba mi llegada detrás de una mesa de bar. Su mirada fija y tranquila desvió mi intento  por saber algo más de él, mientras  tropezaba con su sonrisa que derretía mi corazón y mis dedos con los suyos en el intento de mostrar una identificación, que hasta el momento había sido un simple seudónimo. Salimos del bar luego de más de una hora de charla, caminamos cierta distancia y nos despedimos con un beso en la mejilla y apenas un roce de manos, lo que bastó para darme cuenta que en aquél hombre había algo que me atraía. Se sucedieron esporádicos encuentros de café y charla, casi siempre en el mismo sitio mientras la química iba sorteando dificultades para luego florecer al máximo. Y así fue.                                                                                               Va pasando el tiempo cada vez con más alegrías que tristezas, más coincidencias que desencuentros, y el amor  tomando curso. Días pasados, mientras viajaba por cuestiones de trabajo, su imagen se apoderaba de los interlineados del libro que es mi compañero de ruta. Vislumbraba las líneas de una nueva página y su imagen estaba allí con nuestras manos entrelazadas, abrazos tiernos y profundos de esos en que la fusión de cuerpo y alma va al unísono, y el deseo de tenerlo nuevamente junto a mí,  intensificándose día a día, por lo que en ese momento, la lectura quedó algo postergada. La iluminación del transporte público era escasa y preferí reposar observando cómo las últimas luces horizontales del día  brillaban cansadas, casi con desmayo, en el ambiente gris. Con acalorada alegría en mi rostro que era evidente y algún que otro  pasajero la detectara, bajé y caminé hasta mi casa más ufana que nunca.

sábado, 2 de abril de 2016

INESPERADO


Él estuvo a punto de subir al tren cuando recibió el alerta:
-no vengas si no quieres pasar un mal rato; la oscuridad ganó partida nuevamente y de las canillas lo único que emana es un rugido de  aire –dijo una voz a través del teléfono.
Sabía muy bien que los cortes de energía eléctrica en su casa lo tensionaban, sobre todo cuando necesitaba tomar una ducha tibia después de la lluviosa mañana. Empapado  hasta las narices, decidió cambiar el rumbo. Ir a su oficina no era recomendable, ya había terminado todo el trabajo de esa jornada. Recordó que cierto día  había recibido una invitación y esta vez la iba a aprovechar. Echó a andar bajo la llovizna y más empapado todavía, llegó al lugar que quería. El hall del edificio estaba desierto. Dudó un rato y luego pulsó el timbre.
 -¿Quién es? – la voz de la respuesta  era diferente.
-Soy yo –respondió dudoso si había tocado el timbre correcto.
-¿Está abierto? –escuchó, ya más tranquilo. 
-No, está cerrado -dijo él.
-Ya bajo –y colgó el aparato.
Cuando ella lo vio se sorprendió, no lo esperaba ni ese día ni a esa hora.
Ambos subieron al ascensor. Mientras se dirigían al departamento nacieron múltiples besos mojados y ambos los disfrutaron. Ella lo acariciaba tratando de escurrir el agua de su cara.
Una vez en el interior, lo ayudó a quitarse la ropa, lo acompañó a la ducha, le lavó la espalda y luego lo envolvió en una toalla, que  más que eso era una sábana. Mientras él se acomodaba en la cama, ella preparó un café humeante y se lo dio. Sentada en el borde, se agachó y le susurró al oído:

-Ya regreso, voy a servir otro café.
Una aureola violácea y brillante inundó la habitación. Había amanecido. Ella se despertó con el espantoso ruido del agua que caía del tanque que se había roto.