Tímida,
palideció
su corazón
súbitamente palpitó
azorada enmudeció
Él, viento
en su ráfaga
la deshojó
Giró sobre
sí misma
su nombre suspiró
una baldosa
suelta
en señal de
calma
la consoló
Y lejos lo vio
entre las
sombras
de vetustos árboles
desapareció
Una lágrima
y una sonrisa.
En su
almohada
se consoló.