Imagen de la red
Las palabras son peldaños, que suben y bajan,
se mecen, te penetran, y quizás no te llevan a ninguna parte. Te elevan y
cuando menos lo imaginas, te hacen aterrizar, unas veces suavemente, y otras
tantas te golpean contra la corriente.
Algunas están cubiertas de amor, otras recubiertas de materia extraña,
tan extraña que oscurecen por completo su esencia. Entonces, su significado no
se reconoce y su poder se pierde en el vacío, o tal vez en el intento, en conflicto
continuo entre el interior y el exterior.
Malania