domingo, 29 de octubre de 2017

VESTIGIO


Con desgarbo 
quejoso e irritable 
vivía momentos quiméricos 
sin conmoción alguna. 
De vez en cuando 
por las noches 
escudriñaba calles
plazas y parques 
con suspicacia gris.
Y en una de esas noches lluviosas 
los charcos pestañeaban
a la luz de una enojosa luna 
los autos como locos pasaban
y lo bañaban 
como si fuera a estar frente 
a una ola de acantilado.
Ella lo vio 
cuando fue a buscar 
las tachas doradas
de su viejo bolso olvidado
del que ni siquiera quedaban 
vestigios oxidados. 
                                   Malania

sábado, 28 de octubre de 2017

FALSEDAD


Gesticulaba
cubierta de plástico
semblante mustio.

                    Malania

viernes, 27 de octubre de 2017

SILENCIOSO



Si me lo pedías
estaría a tu lado
con felicidad.

            Malania

LINA


Me ha visto llegar
solo espera  mis mimos
y su alimento.

                           Malania

miércoles, 25 de octubre de 2017

PACÚ


A mediodía 
exquisito alimento 
lo espera ansioso. 
Malania

FRUTOS


Plátanos en flor 
se transforman en frutos 
dulces manjares.
                               Malania

martes, 24 de octubre de 2017

SOL ABRAZADOR


Al amanecer 
respiran los gorriones 
en la arboleda.
                                                                                                          Malania

viernes, 20 de octubre de 2017

SIN ÁNIMO


Conmovido por el paso del tiempo  
imaginó sin fundamento 
cada arruga aun inexistente  
una línea convertida 
en pliegues  de humo de cortina 
esa que tapa los ojos para no ver la realidad 
sin ánimo de vencer dificultades y ser feliz.
La rigidez de su pensamiento 
volvió torvo su rostro y su humor desapacible. 
Sus abstracciones lo habían transportado  muy lejos 
y su autoestima no le servía siquiera para limar hilos de seda. 
No quería que otra tormenta estallara 
al simple rachear del viento  
No se animaba a subirse al crucero del placer.  
                                                                  Malania


miércoles, 18 de octubre de 2017

TU NOMBRE



En las praderas 
vuelan las golondrinas 
la brisa ríe.

El sol se alinea 
disparan nubecillas 
nace el arco iris.

Pintan temprano  
tus besos, tus abrazos 
cesa la lluvia. 

Mis caracoles 
trepan las escaleras 
dejando huellas.

Diez dedos finos 
dibujan en tu espalda 
tu nombre y el mío. 

Y aún te extraño 
mientras bebes y fumas 
todos los días.

Un café o varios 
con dos de azúcar blanco 
entre hilos de humo. 

lunes, 16 de octubre de 2017

SIEMPRE TÚ



En tus ausencias 
se opacan las estrellas 
llora la aurora.

Cuando apareces 
juegan las mariposas 
por las mañanas.

Las aguas turbias 
se vuelven azuladas 
desaparecen.
                     Malania

jueves, 12 de octubre de 2017

EMPEZAR DE NUEVO



Paladeó una  idea con sabor desconocido 
trazando una curva inverosímil con letras
bajadas de un cielo entre nubes perdido. 
Saboreó el placer de navegar o transitar
y de vivir en el borde del mundo 
ataviado en una campaña nueva
contra lo nunca antes visto y menos vivido.
Empezar algo nuevo cuesta –pensó-
como quien camina por una picada empinada
con las piedras toscas en punta 
donde es posible  doblarse el tobillo 
o caer y lastimarse con las piedras en vilo.
Es necesario recorrer despacio el lugar elegido
mirando hacia  abajo y también su laberinto.
Y de tanto transitar  por el mismo lugar 
se irán emparejando y aplanando las piedras
y  en un camino llano y liso convertirlo.
El asunto está en seguir 
el mismo camino con facilidad
hasta más allá de la saciedad
o cambiar tomando otro sendero, otra picada 
desconocida y quizás 
más difícil, o no.
Puedes ir solo o llevar a una mula de reata
vestir una camisa de miedo 
o cubrirte de renovado vigor.
Una violenta sacudida 
ascendió por la madera rasa
le aguijoneó las manos 
y se dio cuenta que dormía 
bajo las sombras de la noche 
que a sus espaldas caía.
Sumado al largo sueño 
después de un cansado día 
amaneció con una sensación de bienestar.
                                                   Malania

domingo, 8 de octubre de 2017

EL MANTO DEL RÍO


Casi desvanecido, Heraldo, fue volviendo la cara despacio como si el aire estuviera viscoso. 
Se quedó tieso y pensó 
- No hay vida para sustituir la pérdida, ni siquiera un  elemento inventado- 
Ni una lámpara ni una vela para iluminar la noche cubierta por un gigantesco manto negro. 
Ella ya había cumplido, y exilada de sus deberes diurnos se exhibía como un secreto, ese del que todos lo saben pero  del que  nadie habla. 
En la negrura del manto, sin el rutilar de las estrellas, en ausencia de la luna, dormitaba el río escondiendo el sonido cantarino esta vez sin melodía, melodía que acompañó al claro del día, ese que ahora permanece en su exilio banal.  
Heraldo paladeaba una idea, que el río temía a la noche. 
Se esforzó para evitar el pensamiento y siguió, allí tumbado, con la mirada hacia las estrellas, que decididas comenzaron a vestir el firmamento para quitar el miedo al callado río.
                                                                                                                                                                                                     Malania