Al parecer
vive en una Josa.
Al
campesino rudo
no le
agradan las visitas
es feliz con
lo que ha construido:
una productiva
llosa.
Osó por
cavar una fosa
a la espera
de la lluvia
y el
preciado líquido
nunca le
hace falta
entre otras
cosas.
Los
primeros claros
lo encuentran
despierto
con el mate
en la mano
recorriendo
el huerto.
Dice que
las hormigas
no duermen de
noche
él debe
perseguirlas
o se
comerán los tronchos.
Una eterna
batalla
entre hombre
y hormiga.
Además de
plantas aromáticas
romero,
menta y albahaca
(entre
otras)
lucen distintas
especies
calas, geranios y rosas
muchas de
estas sin espinas
y una gran
pasionaria liosa.
Siempre a
la siesta gloriosa
se suman
las mariposas
azules,
blancas y amarillas
sobre su
mano retozan
despertando
en visita misteriosa.
No quiere helicópteros volando
ni zumbidos
de avionetas
que no se
molesten los pájaros
cuando se orquestan
en canto.
Prefiere una humilde choza
lejos de
potentes ruidos
atentando
con crueldad a sus oídos.
Prefiere proteger sus cultivos
de hormigas y malvivientes furtivos
de hormigas y malvivientes furtivos
que en vez
de un trabajo digno
prefieren hurgar
en el campo
o en la ciudad
y convivir
con el ruido.
Malania.