Mis pensamientos son preciosos
más de lo que puedas imaginar.
No busco compasión
ni tampoco me compadezco
porque eso es de mediocres.
Pero hoy el aire me envuelve
como un meteoro
y un impulso me hace hablarte:
No te quedes
anclado en la tormenta
viendo como juega el agua.
No deambules
por las alcantarillas de la vida
esquivando charcos y adoquines sueltos.
Ven
y convertiremos los relámpagos
en juegos de amor y pasión
en noches oscuras y humedecidas
por el vapor de nuestros cuerpos.
Aunque se arrugue la piel
y la cavidad de la hoguera aumente.
Deshilachemos frases
para inventar nuevas poesías
con la inspiración puesta
en tu piel y mi piel
esa que permanece ansiosa
por abrazar tus besos en lenguas de
lluvia.
Que los pájaros eleven su trino
y los gatos azules reclamen silencio
para descansar un día de domingo
mientras las mariposas del amor
remueven nuestras células
sin prestar atención
en qué día estamos.
Malania.
Imagen de la red
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