Aunque no lo creas, ni lo sepas
en cada astilla de algún árbol caído
y trabajado por el serruchar del hombre,
que al final del día
por el cansancio se ha vencido,
hay una gota de dolor
del que ha estado en pie
para dar sombra a ancianos y niños
y hoy ha sido destruido.
También hay una gota de amor
por el pan bendecido
que el hachero amanecido
con virutas rizadas mediante
y el sudor de su frente
llevará el pan a su mesa
con el dinero conseguido
trabajando del amanecer al ocaso
bajo el sol o bajo la lluvia
pasando frío o calor
rogando en cada hachazo
por su familia entera
por los buenos de corazón
y también por los impíos.
Malania
No hay comentarios.:
Publicar un comentario