Entre
saucos y palmeras
la
niña camina,
canta,
salta y ríe
junto
a su querida abuela.
Antes
de salir el sol
el
zorzal anuncia un nuevo día
entre
rosas y madreselvas
que
perfuman en armonía.
Dejan
atrás la alameda
y
confunden el camino
en
vueltas no diseñadas
descubren
una flor amarilla
errática
y solitaria
nacida
de rara hierba.
Cautivas
en atractiva aventura
se
sientan a conversar
en
el borde de la acera
se
hunden en el olvido
en
una zona oscura y sin ruidos.
Un
abrupto estruendo
cayó
del cielo vacío
y
un rayo luminoso
las
volvió a su curso
recordándoles
el camino.
Tomó
en brazos a la niña
y
comenzó a caminar
emitiendo
mil señales
que recordó al
azar.
“No
tengas miedo mi niña
no
comiences a llorar
que
con ayuda del cielo
pronto
hemos de llegar”.
Finas
gotas de agua fría
acompañaron
el vendaval
mientras
abuela y niña
temerosas
y angustiadas
alcanzaron
por fin el portal.
Malania
Hermoso. El amor entre una abuela y su querida nieta, que las rescata de la oscuridad.!!!
ResponderBorrarMuchas gracias. Buenas noches.
ResponderBorrar