La falta
de acción los amustiaba
ella en
soledad completa
él
acompañado solitario.
Decidieron
conocerse
luego de
haber charlado meses
sin verse
la cara
sin estar frente a frente
tomaron
café y jugo de naranja.
De la mano
doblaron la esquina
brincó el
corazón de ambos
de testigo
solo la sombra de los árboles
Ribeteaba
el viento
besando el
festón de hojas
de la gran
copa verde brillante.
La luz del
sol los conmocionó
el beso
duró un segundo
alguien los
vio
alguien
sonrió
ellos
también
con la
promesa
de volver
a encontrarse.
Sin decir
palabra.
solo un apretón
de manos
bastó para
entenderse
para comprender el deseo.
Malania
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