Apoyó sus pies en el piso
el frío lo hizo estremecer
Melancólico la recordó
más allá del mal y del bien
asceta o epicúreo
quizás, marginal
¡qué importaba!
Sus ojos brillaron ante el espejo
allí la veía y la vio
con sus cabellos mojados
recién peinados
la hacía a su lado.
La nostalgia impermanente
se posó
en un ir y venir
de imágenes del recuerdo
Un baile de palabras
sus oídos poblaron
y un soplo de caricias aceitosas
con aromas silvestres
su piel iluminó
Apresurado y silencioso
se alejó de la ducha
vistió ropa cómoda y salió
pateando el aire que lo tenía al revés
en busca aventurada
de un azarístico encuentro
pero la evanescencia ganó
en espacio y en tiempo
y su notable altura
(dos metros o quizás menos)
se volvieron enanas
en un banco de madera
frente al Parque Lezama
Más de mil personas
reunidas en torno al lago
esperaban sin hastío
el show del baile de colores.
Y entre ese tumulto, ella estaba.
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