Nubes
negras como hollín barrieron el círculo dorado del cielo.
Sus
reflejos tristes se hundieron en las profundidades del mar.
El fulgor del sol
desapareció vertiginoso.
Mientras tanto
en los estrados, los procesos incoados contra la orden roja, no les permitían
condenarla por herética, con sentencia definitiva.
Pasaron horas,
días y meses. No había pruebas en su contra. Nadie se animaba a ser testigo en la causa.
El caso
tuvo un exhaustivo colofón con las palabras del abogado defensor.
Caso cerrado.
Malania
No hay comentarios.:
Publicar un comentario