DISFRUTANDO
Al fondo del bulevar 
no hay casa de cristal 
yergue un lapacho en flor 
que embellece al ventanal 
orgulloso bajo el sol 
Regala su espesa sombra 
esparcida en la acera 
los paseantes la disfrutan 
replegados en hilera 
aspirando su frescor 
Y allí nos convocamos 
en imaginaria visita 
los pétalos nos hacen guiños 
nuestro corazón palpita 
Y cuando se diluye el sol 
a dormir se nos invita 
abrazados por la luna 
cubiertos 
por pétalos rosa 
que sirven para arroparnos 
la desnudez que se trasmuta.
