jueves, 7 de mayo de 2020

EVOCO TU ELIXIR




En la vereda de enfrente
las casias florecidas
desparraman sus pétalos
en alfombras amarillas
en el pisar de los pájaros
que picotean semillas.
Elegí sentarme
en el centro del patio
absorta, pensativa
en el preciso lenguaje del poeta
y el perfume de clavellinas.
Mi lujosa soledad
invade en tu espalda
la columna en la trocha
con aroma de cilantro
en búsqueda de la piel vellosa
de tu cintura candorosa
a veces tupida y cana
a veces dorada y rala
Entre el naranja del sol
y el ronquido de los gatos
evoco el elixir
tuyo, solo tuyo
que acude tibio
a mis deseosas manos
debajo de floreadas sábanas.
Malania