HORIZONTE
NARANJA
Hendido
el cierzo
tomó
partida
elogiando
su sendero
hacia
el sur se fue en caída
los
caminos fue nutriendo
y
el sol se quedó mirando
como
acompasando al viento
las
nubes se matizaron
y
el páramo fue encubierto
embellecido
tornasolado
por
el calor, sonrojado
y a
su merced los asnillos
se
perdieron bajo el lumen
del
horizonte naranja
reposado
en blanca nube.
Malania
Nashki