jueves, 7 de febrero de 2019

MAPAS EN LA ESPALDA



Aun dormida, ella
siguió buscando palabras en el vacío
hasta encontrar lo que quería.
No había una sola página demás.
Tomó un libro de la estantería virtual
lo abrió al azar y lo encontró.
Leer algunos párrafos se convirtió
en una costumbre habitual
jamás él la decepcionó en la lectura.
Poesías y poemas
y alguno que otro relato
a veces extraño, ilógico
otras veces los recuerda
latente y patente
como si los hubieran vivido juntos.
Algunos quizás
inventos de su imaginación (de él)
como si sintiese placer en saberlo todo
dejando a los demás en la inopia.
Hoy
la última sílaba quedó suspendida
desgajada en el aire. 
De repente las palabras se esfumaron.
Ella
intentó continuar pero no encontró nada.
Abrió los ojos y alargó la mano
hacia las notas de luz que flotaban en el aire
como si quisiera retenerlo.
Y lo recordó
como todas las madrugadas.
Recordó
que hacer mapas en su espalda dorada
con sus dedos, con su lengua
era el sueño de su vida.
                                                            Malania
Imagen de la red