Entre
muros y cercas
va
creciendo la hiedra
entre
densas camelias
y
otras flores en glorietas
sin
notar alguna brecha
perfumadas
y sonrientes
medran y
humectan
el
cálido ambiente.
Quien
sabe alguna sibila
sigilosa
y tranquila
sin
vacilar se posa
en
filo de una centella
y
añila una azul proeza
perfilando
una comedia
con
el águila de piedra.
Malania