La batuta temblaba
en manos del director
y el trovador hacía vibrar
el oleaje marino
con su potente voz
mientras la dama de figura estilizada
ostentaban su vestidos entallado
y de amplio escote
como un ángel rebelado.
Malania
La batuta temblaba
en manos del director
y el trovador hacía vibrar
el oleaje marino
con su potente voz
mientras la dama de figura estilizada
ostentaban su vestidos entallado
y de amplio escote
como un ángel rebelado.
Malania
Como una señal fatídica
el
viento norte
irradia
su fuerza a diestra y siniestra
levanta
una nube de polvo
volviendo
pálida la tarde.
No es
tormenta es más que eso.
Transformada
la tarde en noche
la
alegría azul
se
vuelve tristeza en negro.
Hasta
lo imposible lo persigue
pero es
inútil olvidarla.
Sueña
con ella
que
habitan juntos
un
paraíso perdido.
Tiene
pesadillas
y en
vano pretende escurrirse
del
laberíntico vaho.
Quiere
escapar
de esta
difícil turbación
pero
todo es inútil
no
encuentra ni imagina
ninguna
salida válida.
De
pronto descubre
un
mosaico de palabras
y
las distribuye
por su
sonido
por su
emplazamiento
y
por su significado.
Y es al
fin
cuando
el negro y el azul
desaparecen
en la nada.
El
poeta vuelve a vivir
vuelve
a sentir
todo se
transforma en rosa
hay brillo en su mirada
vuelve
a sonreír y a ser feliz.
Apoyó sus pies en el piso
el frío lo hizo estremecer
Melancólico la recordó
más allá del mal y del bien
asceta o epicúreo
quizás, marginal
¡qué importaba!
Sus ojos brillaron ante el espejo
allí la veía y la vio
con sus cabellos mojados
recién peinados
la hacía a su lado.
La nostalgia impermanente
se posó
en un ir y venir
de imágenes del recuerdo
Un baile de palabras
sus oídos poblaron
y un soplo de caricias aceitosas
con aromas silvestres
su piel iluminó
Apresurado y silencioso
se alejó de la ducha
vistió ropa cómoda y salió
pateando el aire que lo tenía al revés
en busca aventurada
de un azarístico encuentro
pero la evanescencia ganó
en espacio y en tiempo
y su notable altura
(dos metros o quizás menos)
se volvieron enanas
en un banco de madera
frente al Parque Lezama
Más de mil personas
reunidas en torno al lago
esperaban sin hastío
el show del baile de colores.
Y entre ese tumulto, ella estaba.