viernes, 2 de noviembre de 2018

SIN DAR AVISO




Avispado ascendió
y desde la cima observó.
El viento se avivaba
las hojas volaban
las nubes anunciaban
y sin dar aviso
la tormenta estallaba.
Vio temblar los tejados
ni blancos ni negros
bajo la empobrecida luz.
De pronto un apagón
la oscuridad lo envolvió
por fuera y por dentro.
Entonces descendió
trastabilló y siguió.
Buscó la ducha
y al espejo se miró
nada nuevo observó.
Cansado se desplomó
en su cama
o quizás en otra  
dio gracias por ese día
hasta el amanecer descansó.
                                     Malania
Imagen de la red