viernes, 9 de noviembre de 2018

ABRAZO SIN FIN


Imagen de la red

Con los primeros signos del día
se despertó.
La vio dormida en el sillón
con los zapatos puestos
y el inconfundible olor a alcohol.
Se llenó de cólera
no quería para sí ese tipo de fusión.
La diversidad le provocaba
un deterioro en su salud sin ilusión. 
Deseaba romper la monotonía
y modelar algo singular
algo que le llenara de satisfacción.
Tomó una ducha fresca
vistió el uniforme
roció apenas el cuello
con su perfume preferido
y sin hacer el mínimo ruido, salió.
Recorrió algunas cuadras
obedeciendo un envión
y entonces la vio
nuevamente allí
en el mismo lugar
allí donde siempre se reunían
a tomar el café de media mañana
con galletitas de almidón.
¿Eran de almidón?
Un cóctel de sensaciones
su cuerpo recorrió.   
Su rostro al verlo, se iluminó
se fundieron en un gran abrazo sin fin.
Era justamente eso
lo que ambos deseaban.
Caminaron juntos hasta el callejón.
Después nadie más los vio.
                                                          Malania