OTRO SUEÑO
Fúlgida luna
de enero
atravesó las
organzas
y con ella su
mirada
en la
penumbra de plata
Sus
taciturnos ojos
se posaron
en mi almohada
reposando
junto a mi
muy callado en
alborada
Y con el
agua lunar
de sus
sueños derramada
depositó en
mi piel su rocío
con calidez
acicalada
Me susurró al
oído
“quise huir
de aquel recuerdo
pero no
encontré la puerta
me adormeció
un vahído”
El recuerdo resurgió
las calles
adoquinadas
con olor a
crisantemos
y bayas de tamarindo
Fue un día
cualquiera
en el frescor
de mayo
nos vieron
salir juntos
de aquel
café peregrino
Y el camino
nos vio unidos
hasta la
histórica esquina
donde de
pronto nació
el primer
beso en la mejilla
Malania