domingo, 9 de agosto de 2015

De silencios

Sigilosamente
tu silencio y el mío
se invitaron a pasear
bajo la luna mojada
y la nube manantial
Caminaron muy callados
tomados de la mano
por senderos lejanos
de todo testigo, ajenos
Contemplaron el mar
se miraron a los ojos
no resistieron más
soltaron riendas a su antojo
Desapareció el silencio
la luna lo atestiguó
abundaron las palabras
como en dulce canción
Él se la comió a besos
y ella los devoró
en destellos de sus ojos
el amor se decoró
Y volviéndose en silencio
la vida toda cambió
se amaron eternamente

y al rumor se pretirió.

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