Ella 
danza en su cama entre sábanas revueltas 
apoya la cabeza sobre su fornido hombro 
Él 
con su brazo la envuelve cálidamente 
proyectándose en  caricias con sus suaves yemas 
examinando la longitud de cada vértebra
Luego en la almohada azul apoya su cara 
adhiriendo el delicioso y atractivo perfume 
ese que durará por días hasta una nueva vez 
Ella
descubriendo los vértices de sus protuberancias
lo acaricia, dibujando sendas y laberintos  en su espalda 
besos en miniatura distribuye  por todo el campo de su piel 
hasta los recovecos que ni siquiera el sol
conoce 
con suaves mordiscos se deleita preparando el
manjar 
ese que fluye reservado esperando el momento
justo 
Luego lo invita a mirar el cielo raso, único
testigo, 
mientras ella 
sonríe entre acalorada y dulce
burlando a  ese testigo envidioso que nada puede hacer 
Y sin mediar el tiempo, vibra 
y hace vibrar con picaresca armonía 
excelso acto de amor que al final 
se manifiesta entre Ella y Él 
con  sublimes
y atesorados gemidos 

 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario