lunes, 21 de noviembre de 2016

POR ELLA

POR ELLA

Lo llamé por su nombre
junto a la ventana
la puerta no estaba cerrada
Penetré despacito
acomodé su almohada
le tomé la mano
acaricié su frente
apoyé mi cabeza
sobre su pecho acicalado
No se percató
que allí yo estaba
solo soñaba
o estaba ausente
mientras balbuceaba
que ella se había ido
pero aún llenaba su mente
No veía, no escuchaba
simplemente soñaba
Entonces apronté
mis trapos y mis harapos
mi corazón, mis manos, mi todo
y regresé resignada
Nada lo haría cambiar
solo ella, la del vestido azul
si regresara
Volví a mi lugar justo
de donde partí apurada
aunque sabía
que nadie me esperaba
solo el silencio
y mi suave almohada
en la fría madrugada. 

Malania Nashki

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