sábado, 1 de julio de 2017

LANZADAS


Lentamente el atardecer 
comenzó a caerles encima 
con nubarrones de borrasca 
que hacia el borde del mundo iban.
Abajo, al ras del agua
alanceaban con fortaleza   
las crestas de las olas 
borrando las malezas.
Un barco desaparecía a lo lejos 
y con él, un corazón agrietado, 
ojos taciturnos y labios tristes 
de un insomne capitán desplomado.
Durante el viaje 
escuchaba canciones de lástima 
por sus poderes intactos abandonados
en aquellas llanuras inverosímiles 
de pastos que el calor había dorado. 
Dónde está la flor de la gloria?  
y el retoño del acantilado? 
Tal vez en un arco 
de laureles de triunfo  
o  en una copa de vino 
en su mano, intacta,
que aún no ha acabado.
                                          Malania

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