jueves, 23 de noviembre de 2017

MELLA

MELLA
Aguardaba que saliera la luna
pero el viento la había tapado con las nubes.
El objeto de su vida se marchitaba en una tuna
y no adornaba el aire el sonido de su bugle.
El fuego de su cuerpo ya no doraba piel alguna
pero su pasión florecía detrás de una cortina de tules.
La oscuridad relucía por una ventana de vidrios fume
rasgada por puñales de oro viejo sin fortuna.
El escaso resplandor de estrellas lúgubres
ahondaban la mella de su ánimo en pugna.
La monserga había llegado a la cumbre.
                                                                                 Malania

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