domingo, 17 de diciembre de 2017

¿POR QUÉ AMANEZCO PENSANDO EN ÉL?


No lo ha visto desde aquel mediodía que se separaron.
Con un corazón impío y mirada exánime
él ha colocado vetas abismales
entre su espíritu y el mío.
No queda más que el  crujir de hojas secas
y un matorral espinoso en el camino
entre las paredes  rocosas y sin brillo.

                                                                                        Elsa Luchechen

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