lunes, 10 de julio de 2017

REMANDO



Desde la puerta del granero
hasta la muralla del castillo
el hombre forzaba sus músculos
remando en la triste galera.
Los cuadernales ordenaban letras
mojadas con ron y vino tinto
formando palabras incoherentes
colgadas del flujo de un aire ido.
Con poleas y aparejos
quiso adornar el castillo
se perdió en el intento
en innumerables mares vecinos
Lo  terminó pavonando
con aroma de tabonucos
y rodajas de membrillo
y a las resonantes velas
con la espuma de su estela.
                                     Malania

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