jueves, 28 de junio de 2018

ONÍRICO



Una ráfaga se abatió
sobre los heroicos árboles
con un golpe sordo
haciendo temblar las hojas multicolores
y siguió de largo
por el paisaje inmóvil
aterrizando en las largas colinas
por sus altos bordes.
En soledad y envuelta en el silencio  
una golondrina sintió hambre y pidió auxilio
el felino abrió la ventana
asustado por la súbita racha del viento.
Entre arrumacos saborearon sinsabores
hasta dejar el plato completamente vacío.
Ella no quiso regresar al páramo
y ambos esperaron el cálido estío.
                                                    Malania

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