Con
una barrena en mano
Fitofil
se divertía 
volvía
su mirada hacia el poniente 
mientras
con picardía 
el
sol alumbraba  
su
rostro terso, reluciente.
Era
feliz porque trabajaba 
reía
y se divertía 
al
ver que él hollaba 
el
arriate húmedo del huerto 
donde
sembraría al atardecer 
las
semillas de girasoles 
enterraría
bulbos de dalias 
y
haría injertos 
junto
a sus huellas de pies descalzos 
chapoteando
entre bemoles
que
sonaban a su oído 
desde
el transistor 
que
llevaba en su bolsillo. 
Era
feliz entre plantas y flores
viendo
los vástagos bendecidos
por
la lluvia y por su dios 
que
lo mantenían sano y vivo.
Era
feliz y reía
cuando
a su casa volvía
con
su perro Sarmentoso
lo
llamó así desde aquel día
que
lo halló caído y moribundo
en
un sendero boscoso.
                                  Malania
Fotografía de la red.
Fotografía de la red.

 
No hay comentarios.:
Publicar un comentario