Las golondrinas bordaban 
signos etéreos en el cielo turquesa 
como queriendo deshacer un nudo 
con un solo objetivo, el fluir de la vida.
Le hablaban de un futuro cercano: 
tal vez junio
se dibujaron en 6, 8, 10 y 11
Recordó su niñez
la fecha de nacimiento pero…
¿a quién puede interesarle su vida de niña?
si está a más de la mitad de su camino.
En el silencio 
de la madrugada tibia litoraleña 
destila gotas de su frente 
y todo su cuerpo 
pizcas de agua con sabor a sal marina 
cuando recuerda 
aquellos inolvidables momentos.
Le gustaría comenzar desde el principio 
y no dar lugar al final 
para poder proyectar una continuidad 
sin perder la esperanza 
de que ese día llegará 
tal vez en ese 10 o quizás 11.
Encontrarlo nuevamente 
En el bar de siempre…
en el espacio desmesurado de la vida 
en un punto único (nosotros) 
en este sinfín de mundos a la vez.
Una ventana 
aun siendo enrejada 
sigue siendo ventana 
pensó
y un amor 
aun en la lejana distancia 
sigue siendo amor.
                                        
Malania

 
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